5 señales de que tu emprendimiento o empresa necesitan una agencia de Branding

Este es un tema que da para conversaciones interminables, por un lado los eruditos que aseguran que una empresa o producto no puede triunfar sin un Branding poderoso y por el otro los que piensan que si se tiene una buena idea, producto o servicio pues el Branding no importa... tanto.

Este es un tema que da para conversaciones interminables, por un lado los eruditos que aseguran que una empresa o producto no puede triunfar sin un BRANDING poderoso y por el otro los que piensan que si se tiene una buena idea, producto o servicio pues el Branding no importa… tanto.

Después de más de 30 años en este oficio te comparto mi opinión personal: Cada uno de los puntos de vista tiene algo de razón pero son totalmente dependientes el uno del otro, me explico.

Es totalmente cierto que un BRANDING poderoso y bien logrado siempre será necesario para que una empresa, producto o servicio logre destacarse y trascender, ya que tendrá los recursos conceptuales, operativos, visuales, comerciales, etc. para poder expresar claramente su razón de ser, tendrá definidos minuciosamente sus diferenciadores (lo que hace que el target los escoja o prefiera) por lo que podrá entender su sitio en el mercado y podrá, entre otras, cosas establecer canales de comunicación directos y efectivos con su target, además de una cantidad inmensa de beneficios prácticos.

Y por el otro, tener una buena (sólida, probada) idea, producto o servicio es fundamental para destacarse en el mercado. El tener claramente definida la razón de ser y el porqué un producto o servicio es la solución a un problema puede costarle a un emprendedor o a una empresa años de desarrollo y pruebas. Al final el dinero está en todo.

Las grandes empresas, que tienen equipos excepcionales de profesionales de la más amplia variedad, trabajando en desarrollos, con presupuestos inmensos y recursos de todo tipo, no están ni cerca de ser infalibles. Por eso, en la mayoría de los casos, se mantienen en ¨zonas seguras¨, es decir, es poco probable que una empresa de chocolates empiece a vender zapatos, por lo menos de la noche a la mañana.

Cuando un emprendedor tiene un idea ganadora, la valida y se da cuenta de que funciona pues puede sentirse agradecido de haber sido tocado por la musa. Sin embargo, la musa no siempre te resuelve todos los problemas y son menos las musas que se encargan del BRANDING.

En conseguir el equilibrio, como en todo en la vida, es donde radica el éxito. Un emprendedor o una empresa que quiere triunfar (en el sentido más amplio de la palabra) debe encontrar la forma de perfeccionar el BRANDING y el producto. Sobre todo si tenemos en cuenta que en la mayoría de los casos las decisiones de compra dependen de estímulos sensoriales.

5 señales de que tu emprendimiento o empresa necesita una Agencia de Branding:

1- Te das cuenta de que tu target no termina de entender a que te dedicas o cuál es la ventaja fundamental de tu producto o servicio. 

Si, pasa. Gente entra a tu local (afuera dice en un aviso gigante; ¨VENTA DE GALLETAS SIN GLUTEN¨) y pregunta:

    • ¨¿Acá venden galletas sin gluten?
    • ¿Además de sin gluten también venden galletas con gluten?
    • ¿Disculpe, qué es gluten?

El aviso exterior usualmente no es suficiente para dejar muy en claro a que te dedicas, muy pocos personas caminan mirando hacía arriba. 

Una posible solución: Poner adentro del local un par de avisos bien llamativos donde hables de las ventajas (3 máximo) de la comida sin gluten y también de para que tipo de personas es ideal la comida sin gluten.

Otra posible solución: Recibir a cada cliente que entra al local con un discurso como este: Bienvenido a Galletas sin Gluten Lola. ¿Ya conoce nuestras galletas y sus beneficios para su salud?

2-. Revisando la identidad gráfica de tu producto, servicio o empresa te das cuenta de que no eres competitivo con respecto a productos similares en el mercado.

Si, jabones que en su empaque no parecen contener jabones, ya sea por el uso de paletas de colores poco acertadas (un empaque de color negro funciona igual que uno rosado si toda la línea gráfica es coherente), tipografías que no brindan una lectura clara y en algunos casos la falta de un slogan bien logrado. Para eso está el BRANDING, para darle características con las que sería fácil identificarse como comprador. 

3-. El lenguaje en el que tu empresa, producto o servicio se comunica con su target no está alineado, fíjate este ejemplo:

    • En un concesionario de carros de lujos lo ideal es no tutear al posible cliente, sino mantener una ¨distancia segura y respetuosa¨, tratarlo de usted es fundamental: ¨Don Carlos, venga y le muestro este modelo, estamos seguros de que es la opción que más se acerca a sus necesidades¨.
    • En una venta de flores, donde el lenguaje es más informal, si podríamos tutear al cliente: Buenos días Rosita, ¿en que podemos ayudarla? Nos llegaron rosas, ¿le preparo un ramo?

El lenguaje debe ser uniforme y coherente en todas las plataformas: Redes sociales, correos electrónicos, mensajes de texto o Whatsapp, habladores de precios, etc. Todos los días nos encontramos con casos donde esta básica y fundamental regla no se cumple.

4-. Los valores corporativos de la empresa no aparecen en ningún lado y en la gran mayoría de los casos los propios trabajadores no los conocen ni ponen en practica.

    • ¨Somos la mejor barbería del país, tenemos casi un 100% de satisfacción y retorno¨- nos dijo un cliente- Pero no conseguimos una reseña positiva en ninguna red social o perfil de Google (que es donde primero se busca una barbería). No niego que a lo mejor si son los mejores pero como no aparece en ningún lado no pasa de ser la apreciación personal del dueño contra el trabajo de reputación digital que ha hecho su competencia de forma disciplinada y meticulosa. Y esto nos da paso al quinto punto.

5-. No hay una política eficiente de gestión de peticiones, quejas y reclamos: Como no hay donde quejarse pues las quejas pasan por debajo de la mesa.

Una gestión eficiente escucha con atención al cliente, identifica con precisión el motivo de su queja y brinda una solución inmediata.

En el caso de que la solución no pueda ser satisfactoria para el cliente, por la razón que sea, dejar muy claro que fue escuchado con detenimiento y atención, que se hizo hasta lo imposible por darle un apoyo satisfactorio y lograr (a veces no se puede pero debe ser la prioridad), la fidelización del cliente para con la empresa, producto o servicio.

Nunca es fácil pero para eso las empresas se preparan con manuales donde se especifica claramente los procedimientos a realizar. Qué se puede ofrecer y qué no y cuál es la solución más corporativa a cada situación.

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